No me gusta enojarme pero...

Aveces es inevitable.

Y me controlo rápido, pero de momento me siento mal, me siento menos, me siento irritada...

Me molesta mucho cuando la gente hace planes conmigo y los cancela. Porque, aunque suene raro, es casi imposible encontrar un momento en el cual yo pueda salir.

También me molesta sentirme feliz por cosas que no deberían hacérmelo sentir. Me molesta cuando mis sentimientos se rebelan contra mi razón. Me molesta no ser más fría, que me importe menos todo.

Me molesta el miedo... me molesta y me arrepiento de cosas que dije que no me arrepentía. No me molestan los resultados, pero quisiera que la situación fuera otra.

Me molesta haber madurado (si es que ya lo hice) tan tardíamente. Me molesta no haberme querido mucho de más chica.

Me molesta el lado oscuro de uno. Me molesta que sea tan malo y tan difícil de controlar.

Por otro lado, mi hijo es como... mi motor, mi fuerza, mi motivo. Sin él... todo seguiría igual, o mucho peor, yo sería mucho peor de lo que era antes de él.

Me molestan las recaídas. Me molestan los momentos en los que no puedo sonreír. Me molesta que quien me hace feliz me haga llorar cuando no está.

Me molesta no sentirme enamorada pero sí preocupada y cercana a alguien.

Me molesta no poder enamorarme sin dudas. Me molesta no poder hablar con alguien a quien quiero tanto... Me molesta ser tan cobarde. Me molesta tenerlo al alcance de un doble clic y no intentarlo. Por miedo, por el molesto miedo. Porque es demasiado tarde, cada segundo lo es más. Pero pienso en lo estúpida que debe pensar él que soy. Que es mi última opción (cuando no ha abandonado mi mente en mucho tiempo).

Me molesta la confusión, me molesta el poder, me molesta sentir, me molesta no hacer nada, me molestan tantas cosas justo ahora que simplemente no entiendo cómo ser feliz.